Chávez puso el dedo en la llaga

El presidente Hugo Chávez nunca condicionó las buenas relaciones con Colombia a cargo del reconocimiento de beligerancia a las FARC y al ELN. Eso no es cierto. Basta leer bien el texto de su discurso. De lo contrario sería un chantaje. Semejante distorsión proviene de la mala fe de la “gran prensa”.
El presidente Hugo Chávez colocó el dedo en la llaga. De hecho, numerosos gobiernos europeos y latinoamericanos, le dan el reconocimiento político a las FARC y al ELN, cuando se reúnen con ellos en la búsqueda de caminos de paz para Colombia. Inclusive hay gobiernos de Europa y de América Latina, que se reúnen con las guerrillas de manera secreta y sin hacerlo público. Como también numerosos políticos, incluyendo colombianos, contactan a las FARC y al ELN, en función del canje humanitario y de la paz. Así que de hecho la insurgencia cuenta ya con ese reconocimiento.
Por lo demás ¿quién puede atribuirse el derecho a calificar de terrorista a otro? ¿Será la unión Europea que guarda silencio ante los crímenes de lesa humanidad de Bush en el medio oriente? ¿Qué dicen las Naciones Unidas ante estos hechos de barbarie de la primera potencia mundial y de las torturas a los presos ilegales en Guantánamo y en el medio oriente? ¿Quién define el terrorismo? Chávez ha desnudado la forma maniquea como se maneja este asunto y la doble moral del capitalismo.
En Colombia, el presidente Uribe que califica de terroristas a las FARC y al ELN, busca a toda costa darle el reconocimiento políticos a los paramilitares a los que llama de forma cariñosa “los muchachos de las AUC”. Los paramiliatres son los responsables, en contubernio con el Estado colombiano, de los peores crímenes de lesa humanidad. ¿Por qué se guarda silencio ante las fosas comunes con centenares de cadáveres de niños, ancianos, hombres y mujeres, asesinados por los paramilitares? Las “AUC” son la expresión de la peor degradación del conflicto colombiano.
El presidente Chávez lo que pretende es que la insurgencia con el reconocimiento político pueda transitar caminos hacia el canje humanitario y la solución política del conflicto. Para ello es indispensable que Europa y el mundo se despoje de la hipocresía y de la falsa moral.
Carlos A. Lozano Guillén
Director semanarios VOZ